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La Arquitectura de nuestros días: de la tinta a los algoritmos.

La tecnología y la búsqueda de sustentabilidad han llevado a la arquitectura a evolucionar enormemente en los últimos años. En este texto, Juan Manuel Prieto Pérez explica dicha evolución en su teoría y su práctica.

Por: Juan Manuel Prieto Pérez

La Arquitectura de nuestros días: de la tinta a los algoritmos.

 

La nueva teoría

 

Para entender a fondo una arquitectura es necesario verla directamente, recorrerla, profundizar en sus ritmos y sus pliegues, en su relación interna y externa. Al apreciar la arquitectura, es también necesario entender el cómo se ha generado, las ideas detrás de los espacios y sus ambientes generados, es decir, su razón de ser. Hoy en día, dos de los paradigmas más importantes en la concepción y desarrollo de un proyecto arquitectónico son la sustentabilidad y la tecnología. Aunque no son los únicos, son claramente la nueva tendencia en muchas partes del mundo.

 

La sustentabilidad está definida como el equilibrio existente entre una especie con los recursos del entorno al cual pertenece. Básicamente, la sustentabilidad propone satisfacer las necesidades de la actual generación sin que por ello se vean sacrificadas las capacidades futuras de las siguientes generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Para lograr esto, es vital el uso de los materiales locales de cada región y evitar la emisión de CO2 en el transporte de los materiales a grandes distancias. A su vez, un material es elegido no sólo por las cualidades constructivas o estéticas que éste posea, sino por su durabilidad, su posibilidad de reciclaje o por el bajo consumo energético en su producción. Cabe destacar que dicha elección material no debe dejar de lado la espacialidad y la poética que la arquitectura implica, sino que todos estos aspectos deben ser parte de la complejidad en la que se concibe un proyecto arquitectónico.

 

Para que una arquitectura pueda ser llamada sustentable, el concepto debe permear no sólo los materiales, sino también su envolvente, su geometría, los flujos de calor y energía. Se debe buscar el máximo aprovechamiento de los recursos naturales como el viento y el sol, así como poseer un bajo consumo de agua y electricidad.

 

En arquitectura la sustentabilidad se afronta también como una forma más eficiente y económica de generar espacios, es decir, un proyecto que ha sido diseñado sustentablemente tendrá un bajo impacto energético y, de la misma manera, representará una inversión a largo plazo como consecuencia de su bajo consumo de recursos. Es por esto que la sustentabilidad se ha vuelto uno de los temas más recurrentes en el aspecto arquitectónico, cada día es mayor el número de despachos o firmas que dirigen sus proyectos hacia alternativas no sólo de gran calidad estética y constructiva, sino de bajo impacto ambiental.

 

Por otro lado, la tecnología se ha vuelto un elemento de carácter vital en la creación de la arquitectura de nuestros días. La forma de construir ha cambiado radicalmente en muchos aspectos, a veces la construcción es casi un montaje de elementos prefabricados por completo. Basta con dar una ojeada a proyectos donde los procesos de producción industrial y el manejo de los materiales son vitales.

 

Herramientas como el CAD/CAM (computer aided design/ computer aided manufacturing) son, actualmente, parte integral en los diseños de varios despachos, sobre todo en la arquitectura más experimental. Muchas veces programas que no han sido diseñados específicamente para la arquitectura son aprovechados por los arquitectos para generar sus edificios. Incluso se recurre a programas de medición de los flujos energéticos para manipular las envolventes de los edificios.

 

Antes sólo se manejaban planos, dibujos en dos dimensiones y perspectivas, las computadoras nos han permitido llegar a modelos virtuales y espacios tridimensionales de gran precisión que han revolucionado también el desarrollo de los espacios.

 

Ahora, incluso la concepción de algunas arquitecturas implican el uso de parámetros complejos, scripts, algoritmos y procesos totalmente digitales. Estos procesos se aplican en la generación ya sea de los espacios, estructuras o fachadas de los edificios. Es un campo que se encuentra en una continua exploración y desarrollo. A veces hasta podría llegarse a pensar que el arquitecto incursiona en el campo de un programador de software para concebir las nuevas formas de arquitectura. Se ha dejado de inyectar tinta en las plumillas para insertar algoritmos y scripts en el desarrollo de esta nueva arquitectura.

 

No obstante, la misma tecnología se ha vuelto la poética de un espacio. El Instituto del Mundo Árabe, construido por el arquitecto Jean Nouvel, utiliza la tecnología de sensores fotovoltaicos como una “metáfora” de la celosía, la complejidad y la geometría de la ornamentación árabe; de la misma manera en la que el ojo humano, acorde a los niveles de luz, puede dilatarse o cerrarse.

 

La arquitectura que se produce en nuestros días es rica y variada, siempre dinámica, en constante cambio de acuerdo a los valores e ideales de la sociedad que la produce.

 

Aplicando la teoría, caso 1.

 

Como un primer ejemplo podemos citar el futuro desarrollo del World Trade Center de Abu Dhabi -el edificio principal de la playa Al Raha- en el frente marino del este de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Este proyecto corre a cargo de Norman Foster, galardonado con el Pritzker -el equivalente al premio Nobel en arquitectura- y con una amplia e impresionante trayectoria arquitectónica.

 

La estrategia de diseño se basó en una respuesta específica al clima y topografía de la zona, implementada mediante un sofisticado proceso de análisis ambiental en computadora. En este proyecto la sustentabilidad permea la creación arquitectónica, pues los pliegues y su forma escultural, lejos de ser un capricho, son un acomodo perfecto al ambiente que les rodea. La orientación fue cuidada para que la fachada sur, la más vulnerable a la radiación solar fuese la parte más estrecha, esto es, hacia el sur los pliegues se cierran, mientras que, hacia los puntos más favorecidos por el clima se abren grandes espacios acristalados.

 

El edificio fue posible gracias a los sofisticados programas de manipulación de formas y geometrías complejas, así como el cálculo de factores ambientales que van da la mano con un proyecto de esta magnitud

 

Sin olvidarnos de la poética arquitectónica, el despacho de Norman Foster ha descrito su creación en Abu Dhabi como una paradoja, pues provee sombra pero, a su vez, admite la luz. El espacio es enfriado por una corriente natural de aire y, de igual manera, está hecho para contrarrestar los fuertes vientos del desierto. Es un edificio asimétrico y escultural, pero también funcional y ambientalmente coherente. Responde a su orientación, moldeando su geometría para poder proteger las zonas más vulnerables al sol y proveer sombra.

 

Aún no existe información más detallada del proyecto, pues éste se encuentra en desarrollo, pero sin duda alguna es un ejemplo claro de los dos nuevos paradigmas arquitectónicos y, por lo mismo, será una experiencia inolvidable para quien tenga la fortuna de recorrerlo.

 

Aplicando la teoría, caso 2.

 

Un segundo ejemplo, más enfocado al aspecto experimental de la arquitectura, lo podemos encontrar en Barcelona, en el edificio Media–TIC de la firma arquitectónica Cloud 9 a cargo de Enric Ruiz Geli. En el Media Park de Barcelona, el edificio surge como una estructura habitable, que retoma las viejas naves industriales del Poble Nou. Es una estructura cubierta por una “red” que, en este caso, hace una metáfora del mundo de los medios.

 

La tecnología se hace presente en su estructura, diseñada digitalmente con procesos CAD/CAM. Cloud 9 junto con una firma de diseño estructural, Boma, describieron la solución como un modelo pensado en un ambiente digital, sin masa, sin gravedad, no tectónico sino de conectividad, basado en redes y tensión. En este caso el sistema tecnológico para el diseño del edificio requiere cientos de cálculos para optimizar su funcionamiento, de ahí la necesidad del CAD/CAM y los procesos digitales.

 

Parte fundamental del proyecto Media–TIC fue presentar una alternativa que fuese sustentable. Por medio de un estudio se llegó a la conclusión de que el mayor consumo energético consistía en la refrigeración de los espacios en verano -en contraposición a la mínima cantidad de calefacción necesitada en invierno-. La fachada, realizada con cojines de ETFE -una cubierta que actúa como controlador lumínico, térmico y acústico. Similar al revestimiento de invernaderos- contribuye a la eficiencia energética del edificio al reducir la necesidad de refrigeración por la radiación acumulada a través de los vidrios en fachada.

 

Asimismo, Media-TIC se diseñó para ser energéticamente autónoma, cuenta con una cubierta fotovoltaica que produce alrededor de 29.000kWh, ayudando a reducir 18.8 toneladas de CO2. Ahora, el edificio en lugar de absorber energía de la ciudad puede inyectarla de regreso.

 

En palabras del autor del proyecto, el Media–TIC, con sus tres distintas capas de ETFE, no busca ser en sí un ícono del diseño, sino volverse un edificio orgánico que genera energía.

 

La nueva-nueva teoría

 

La evolución de la arquitectura girará en torno a estos dos paradigmas –la tecnología de diseño y la sustentabilidad-, que ya se comienzan a ver acentuados en la arquitectura de vanguardia. En un futuro no muy lejano podemos esperar espacios habitacionales completamente autosuficientes, espacios vivos, dinámicos y orgánicos que lejos de presentar un consumo a la ciudad y a la sociedad, aportaran la energía necesaria para nuestro sustento y aquel de las futuras generaciones.

 

 


 

Derechos Reservados © El Globalista México, 2010